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Atrochando

Japón de Mochileros

Vista del puente de Nikko

Viajando por Japón de Mochileros, un lujo de experiencia que se ha de vivir al menos una vez en la vida

El Viaje a otro mundo: Japón de Mochileros

       Quince días disfrutando la cultura de este país junto a sus gentes. Otro planeta lleno de contrastes y profundas creencias filosóficas y religiosas.

Mapa Japón de mochileros

       Aquí os presentamos el corto viaje que durante dos semanas realizamos por el Imperio del Sol Naciente, un viaje como mochileros utilizando el tren bala como principal medio de transporte. Solo espero que estas líneas os animen para no perder la posibilidad de conocer un país que, a pesar de la globalización, tiene un carácter propio, intenso y definido.

Japón de Mochileros


Viajes de Mochilero y Camper

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  Japón se distribuye por un gran conjunto de islas situadas frente a las costas del continente asiático.
De estas islas se destacan cuatro principales: Hokkaido al norte, situada frente a la costa rusa, con su naturaleza como principal atractivo. Honsu, la isla más grande situada en el centro del archipiélago, es en la que se desarrolla principalmente la cultura de este país; en ella están las principales urbes. Shikoku, isla al sur de Honsu, con una gran importancia mística, llena de templos y con una peregrinación que cada año mueve a miles de japoneses. Y la isla de Kyushu, situada más al sur, con una actividad volcánica intensa, la cual da como resultado una isla dedicada a las aguas termales.
Otras muchas islas del Pacífico pertenecen al territorio de este país, a destacar el Archipiélago de las Ryu Kiu, con Okinawa como isla principal, algo así como las Canarias de Japón.

Nuestro Viaje:

* Antes de Salir:

El vuelo lo contratamos por web con la aerolínea rusa Aeroflot; el coste del billete fue de 560 € comprado con unos dos meses de antelación.
Los viajes interiores por Japón los realizamos en su mayoría en el tren bala o Shinkansen. Para ello compramos aquí en España el «Japan Rail Pass», el cual nos permite utilizar todas las líneas de la JR (Japan Railways). El coste de estos billetes varía en función del cambio de moneda y su vigencia, de una o dos semanas; en nuestro caso para dos semanas el coste fue de 394 €. Hay que recordar que el Japan Rail Pass sólo lo puedes comprar aquí, en Japón no se vende. Si quieres más información: Japan Rail Pass

* Alojamiento:

       En un principio íbamos a utilizar la típica forma mochilera de alojarse en Hostel; las primeras noches en Tokyo las teníamos reservadas en uno de estos establecimientos. Pero una vez en Japón vimos que los centros de información turística de cada ciudad tienen un sistema de reserva muy eficiente y que da un amplio abanico de posibilidades, ofreciendo buenas ofertas en alojamiento. De esta forma en cada ciudad utilizamos una forma de alojamiento sin que hubiese gran diferencia de precio entre hostel y hotel, a excepción del Ryokan de un monasterio en el que decidimos salirnos del presupuesto.

* Itinerario:

Los lugares a ver eran en este orden:

Tokyo – Nikko – Kyoto – Nara – Monte Koya – Osaka – Himeji – Hiroshima Miyajima – Monte Fuji – Tokyo

       Nosotros mismos diseñamos este recorrido por la principal isla de Japón pasando por los centros que nos parecieron más representativos de su cultura, obligados a correr en alguna ocasión, pero con el tiempo bien adaptado a lo que queríamos ver en cada sitio.

Japón de Mochileros:
Los sitios que vivimos:

1º Tokyo: la gran Ciudad de 12 millones de personas…..
2º Nikko: la ciudad y la montaña de los Templos…
3º Kyoto: la ciudad Medieval de Japón….
4º Nara: donde los Ciervos son mensajeros de los dioses…
5º Monte Koya: la montaña mística de los Monasterios…
6º Osaka: la Ciudad del castillo…
7º Himeji: el Castillo de la ciudad…
8º Hiroshima: la ciudad del profundo sentimiento…
9º Miyajima: la isla del Tori rojo…
10º Monte Fuji: la Montaña emblema de Japón…

Fotos en Japón de Mochileros


Japón de Mochileros:
Tokio

La ciudad de doce millones de habitantes que aún
conserva su identidad, con un Tokyo Mochilero la saboreamos mucho más

Japón de Mochileros

Tokio Comienzo del Viaje por Japón:

Entramos a Japón por el aeropuerto de Narita en las cercanías de Tokyo; para llegar hasta la ciudad nos desplazamos en Tren de cercanías.

Alojamiento en Tokio:

Para nuestro tiempo en la capital japonesa elegimos un hostel llamado «New Koyo» próximo a la estación de Minamisenju, lo cual nos facilitaba el desplazamiento desde el aeropuerto. Dormimos en una habitación semidoble estilo japonés, es decir, sin apenas muebles muy pequeñita y el suelo de tatami sobre el cual se desplega un futón. Austero, pero cómodo y barato, 4.800 yen/2 personas/noche. (www.newkoyo.com).

Lugares de la Ciudad:

Tokyo es una ciudad de contrastes. Tan pronto estás en la ciudad de los rascacielos con luminosos y pantallas de plasma enormes en la fachada de los edificios comerciales, como en los mayores templos sintoístas del país o en las factorías de manga más importantes del mundo.

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Rascacielos de Tokio

El Tokyo moderno:

Tengo que decir que para nada era nuestro objetivo en este viaje, pero no se puede dejar atrás algo tan espectacular.

Los distritos de Shinjuku o Shibuya, así como el parque Yoyogi, dan la visión más moderna de este país. Una locura constante de luminosos, grandes edificios y gente vestida de la forma más variopinta que uno pueda imaginar, dan la imagen más atractiva para los que buscan los avances tecnológicos de esta sociedad. Pasear por las principales avenidas de estos distritos y perderse por las mareas humanas que aquí se concentran es toda una experiencia.

Una buena forma de ver la ciudad la ofrece el edificio de «The Tokyo Metropolitan Government» el cual en la planta 40 de las dos torres que lo componen tiene sendos miradores abiertos al público, con tiendas de recuerdos y cafetería.

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Parque Ueno

Parque Ueno:

Una zona ya más tranquila es el entorno del Parque Ueno; para llegar hasta aquí hay tanto tren como metro.

Dentro del mismo parque encontramos el templo Kameiji del periodo Edo con el santuario Tosho-gu, y una Pagoda enorme a la que si queremos acceder habremos de entrar en el zoo de la ciudad. En otro rincón del parque encontramos la cabeza del que un día fue un enorme Buda; situada en una elevación del terreno, es un sitio de culto que nos sorprendió.

Muy cerca de este parque está el Museo Nacional del Japón, visita obligada si no vas un lunes que es el día que cierran.

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Templo Senso Ji

Templo Senso-ji:

Ningún turista se libra de esta visita y si no la hace se arrepentirá.
Este templo es uno de los más activos de Japón y desde primera hora hay fieles que lo visitan. Gran conjunto de edificios con pinturas murales, un tori que da acceso al templo con sus enormes dioses apostados entre las columnas, y la calle de Nakamesi-dori dan como resultado un lugar emblemático de esta ciudad.

Ademas en la calle Nakamesi podremos hacer todas las compras que queramos, en lo que recuerda el Rastro madrileño o las Ramblas barcelonesas.

Shinjuku
Shinjuku Tokio Moderno

Shinjuku:

Este distrito del que hablamos antes en la zona del Tokyo moderno esconde entre el estrés de sus calles, la cuales ofrecen todas las modernidades así como los vicios más habituales como el Pachinko, un templo que da sosiego y calma al alma. Se trata del Santuario Hanazono, el cual no se puede dejar de visitar para sentir el contraste entre las calles y el santuario.

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Templo de los 47 Ronin

Sengaku-ji:

El templo de los 47 Ronin. Dado el encanto que sobre mí tiene la historia y cultura japonesas no podía faltar a la visita-tributo a los 47 Samurais que yacen en este templo. Personajes emblemáticos, el Señor Asano y sus guerreros yacen en este santuario que a diario visitan gran número de japoneses. Tanto es así que en las tumbas nunca falta incienso.
Para llegar hasta este santuario tan sólo hay que ir a la estación de tren que lleva su nombre, algo retirada del centro, pero aquellos amantes de la historia japonesa no pueden faltar a esta visita.

Palacio imperial Tokyo
Palacio Imperial

Palacio Imperial:

El Palacio Imperial se encuentra en el distrito de Ginza.
Si bien no hay acceso al interior del propio palacio, ya que está habitado por la familia real, los jardines aledaños sí pueden ser visitados, así como las murallas y los fosos.

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Mercado central de Tokyo

El mercado de pescado:

Llegar a las subasta supone levantarse a las tres de la mañana y tomar un taxi, si estás lejos del mercado, ya que no hay otro medio de transporte a esas horas; esto es enormemente caro. Nosotros llegamos más tarde pero quisimos vivir el entorno con su frénetico ritmo. Una vez que sobrevivimos a la experiencia de entrar en el mercado, los aledaños están surtidos de locales de sushi y de otros tipos de comida rápida autóctona donde se puede disfrutar de comer algo extraño pero muy rico.

Santuario Meiji
Templo Meiji

Santuario Meiji

Un secreto que no puede faltar en nuestra visita a Tokyo: el templo Meiji. Este es el mayor templo sintoísta de esta ciudad. Se encuentra junto al Parque Yoyogi, y la proximidad entre estos dos centros tan distintos nos hace ver el enorme contraste entre las gentes extrañamente modernas del parque y la profunda espiritualidad del templo.
Dentro del recinto del templo, ademas del templo propiamente dicho, encontramos otra serie de construcciones como varios Tori, un museo, un jardín, una cafetería y un gran Dojo de artes marciales dedicado a las tradicionales artes marciales japonesas.
Sin dudar ni un momento la visita a este templo fue la más mágica de las que hicimos por Tokyo.

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Japón de Mochileros:
Nikko

La ciudad de los Templos, Nikko

Nikko

Nikko es una pequeña ciudad situada al norte de Tokyo a una hora y media en el tren bala. Esta ciudad ofrece como principal atractivo su conjunto de monasterios y templos, así como su magnífico parque natural.

Los templos de Nikko se remontan a hace más de 1.200 años cuando el monje Shodo Shorin fundo aquí el primer templo. Con el paso de los siglos este lugar se convirtió en uno de los emplazamientos religiosos más importantes de Japón.

Para visitar los diferentes templos se puede comprar un bono que permite el acceso a los principales edificios, pero no al museo de Urushi.

El conjunto al completo es una visita obligada que se disfruta tanto por el entorno natural como por la belleza de los edificios, aun así hay que destacar el santuario de Tosho-gu y el de Taiyuin-byo:

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Templo Tosho-gu:

Este templo fue construido por el Shogun Tokugawa Iemitsu en honor a su abuelo Ieyasu. De concesión budista este monasterio está profusamente decorado, destacando la Puerta Yomeinmon, una Pagoda, o los establos sagrados, sin dejar de nombrar el Torreón, el Campanario, o el Honden o santuario interior.

Templo Taiyuin byo

Templo Taiyuin-byo:

El templo-mausoleo del Shogun Iemitsu es sencillamente sublime. Situado en un entorno rodeado de cedros, una escalinata nos hace ascender traspasando una serie de puertas de bonita decoración; entre estas puertas destaca la llamada «Nitemon». Las demás puertas son también auténticas joyas de la arquitectura japonesa.



Japón de Mochileros:
Kioto

La ciudad medieval de Japón Kyoto

Japón de Mochileros
Vestido tradicional Japon

La antigua ciudad imperial de Japón se muestra como la valedora de los más profundos sentimientos de la cultura nipona. Si bien la ciudad sorprende por su barrios centenarios, su enorme cantidad de templos, castillos y edificios históricos, es su población, amante de las tradiciones, lo que más llega a sorprender al visitante.


Si en Tokio pueden verse tan sólo a unas pocas mujeres vestidas de forma tradicional entre la mayoría de chicas con atuendo tipo manga o lolita, en Kyoto el Yukata y el Kimono son habituales. E incluso al atardecer es posible encontrarse con Geishas o Maikos (sus aprendizas), que a primera hora de la tarde se dirigen a sus puntos de trabajo.

Kyoto

Dos días en Kyoto:

Llegamos a esta ciudad desde la capital montados en nuestro primer Shinkansen, lo que hizo muy corto el trayecto.
Una vez en la estación pedimos consejo en la oficina de información turística, donde nos tramitan una reserva que no superó los 8000 yenes.

Kyoto es la típica ciudad en la que puedes pasar años y no terminar de descubrir rincones, no en vano es la ciudad japonesa con mayor patrimonio cultural y de la humanidad.

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Castillo de Nijo

Acostumbrados a las grandes murallas este castillo parece más una casa palaciega. Las sorpresas están dentro de los edificios.

El pasillo interior que circunda las habitaciones sorprende por su sonido al caminar. La tarima de grandes tablones no chirria, ya que esto sería molesto para los habitantes, pero para evitar que los intrusos pudieran caminar impunes por él, se decidió que el suelo generase el sonido de un Ruiseñor al cantar. Increíble pero cierto, los «Suelos de Ruiseñor» de este castillo acompañan melodiosamente con su piar al visitante, que atento escucha el sonido de sus pasos sobre la tarima.

Este castillo fue ideado por Ieyasu Tokugawa (1543-1616), el cual instauró el nuevo gobierno en el que él era el Shogun de Japón.

En el castillo quería representar el poder del nuevo gobierno, y así el y sus sucesores fueron contribuyendo a su engrandecimiento. Un castillo que destaca por su profusa decoración interior poco habitual en este tipo de edificios en Japón.

Kinkaku ji pabllon dorado

El Pabellón Dorado. Kinkaku-ji

Este edifcio medieval nos recibe tras atravesar un pasillo arbolado, el cual nos lleva a un jardín que con un lago frente a nosotros realza la belleza del pabellón.

Este edificio edificado por uno de los Sogún de Japón se convirtió en templo zen a la muerte de éste, y sin duda es uno de los lugares de mayor belleza de todo el país.

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Templo Daitoku-ji y su Jardín Zen

Este templo Zen está fuertemente vinculado a la ceremonia del Té, lo que le da una sobriedad característica de esta ceremonia.

Pero lo más famoso y resaltable de este templo es su sobrecogedor Jardín Zen, llamado Daisen-in.
Este jardín se distribuye en cuatro estancias alrededor de una dependencia cubierta llamada Hojo; la primera estancia representa el río de la vida. La segunda estancia está separada de la primera por un muro que simboliza el momento vital en que nos llegan las dudas existenciales.

Esta segunda estancia parece representar el lugar de la Tierra y el Cielo en nuestro devenir. La tercera estancia nos da una visión mística del mar interior de Japón. La cuarta y última estancia es una extensión de grava rastrillada, y al fondo a la derecha un solitario árbol que parece ser descendiente del árbol donde Buda alcanzó la iluminación. Es esta última estancia el lugar que más invita a la meditación.

Llegar temprano a este jardín es vital para poder disfrutar de su quietud misticismo, personalmente el haber dedicado unos minutos a estar frente a este jardín en quietud y tranquilidad se convirtió en uno de los mejores momentos de todo el viaje a Japón.

Templo imperial Kyoto

Palacio Imperial

Es este el lugar donde los emperadores del Japón pasaron el mayor tiempo durante el Sogunato. Con su sobriedad y sus jardines expresa dónde residía el verdadero poder de la clase política, a pesar de la dictadura del Sogún de turno.

Se trata de un conjunto palaciego que sorprende por sus lagos y jardines frente a los grandes edificios que albergaban a la familia real. El color anaranjado de muchos de estos edificios simboliza el poder del emperador y nos sorprende estando tan acostumbrados al clásico color rojo chino, el cual aquí significa fuego, por lo que no se usa en los edificios.

Roan-ji, el jardín de rocas

Este templo es famoso por su jardín zen de rocas, toda una experiencia que hay que vivir, si el número de visitantes nos lo permite. Es una pena que nosotros llegásemos a la hora en que más habladores había, lo cual restó magia a esta visita. Te recomiendo que llegues a primerísima hora para poder disfrutar de su quietud.

Templo de Ninna-ji

Este templo destaca por su enorme pagoda y por un recinto palaciego y jardín interior, siendo otra visita genial de la ciudad. Pasear por el entorno del templo y sus edificios medievales para terminar visitando los jardines, hizo de esta visita una de las más agradables de las que hicimos ese día.

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Paseos y Barrios

Kyoto entero es una auténtica joya, pero no puedes irte sin visitar el barrio de Gion con sus casas bajas tradicionales, donde a primera hora de la tarde aún es posible cruzarse con alguna Geisha.

Otro paseo interesante es el conocido como «Paseo del Filósofo», el cual discurre junto a un canal. Junto a este canal crecen cerezos y muchas flores distintas, en especial hortensias de muchos colores.

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Japón de Mochileros:
Nara

Ciudad en la que los ciervos son mensajeros de los diosas

Ciervos en Nara Japon
Ciervos en parque en Nara

En Nara además de ciervos y un Buda gigantesco encontramos uno de los mejores hostel de Japón, además de una sensación de tranquilidad y relax que nos hizo partir apenados de allí.

A pesar de ser una ciudad muy turística, parece que este turismo es más interior que extranjero y se nos hizo una visita muy recomendable para todos.

Nos alojamos en el Guesthouse Ugaya, un hostel para mochileros muy completo y agradable, aquí puedes ver el mapa que nos dieron para su localización «Mapa Ugaya»

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Parque de Nara

Es en este gran parque donde encontramos la mayoría de los templos de la ciudad.
Además de templos, campan a sus anchas la mayoría de los pequeños y dóciles ciervos que aquí se consideran mensajeros de los dioses.

Nara

El entorno bien merece un largo paseo para disfrutar de los ciervos. Por el parque hay un montón de vendedores de galletas para ciervos a unos 150 yenes; a decir verdad estas galletas no duran nada, nuestra opción una vez descubierto esto fue comprar pan de molde, a más o menos el mismo precio pero con algo más de cantidad.

Japón de Mochileros

Templo Kofuku-ji

Este el primer templo que nos encontramos al entrar en el parque de Nara. Para llegar tuvimos que ascender una escalinata. Una vez arriba encontramos varios edificios entre los que destaca una pagoda de cinco alturas.

Junto a este templo esta el Museo Nacional de Nara y con la entrada del templo podemos comprar un combinado para hacer la visita al museo.

En este museo encontramos un montón de esculturas de los periodos más antiguos del Japón. Y sin tener una gran formación en arte puedo asegurar que para mí fueron de las más bellas que vimos en nuestro viaje por todo el país.

Gran Buda

Todai-ji el templo del gran Buda

Este templo nos da a conocer un montón de puertas y pequeños pabellones, todo de gran belleza. Pero es sin duda en su gran pabellón central donde nos vemos abrumados por la belleza y la grandiosidad de su enorme Buda, quizás la figura de bronce más grande del mundo dedicada a Buda.

Junto al enorme Buda encontraremos también otras figuras de guardianes celestiales, de igual interés. Todo dentro del mayor edificio de madera del mundo.

Esta visita ineludible quizás se vea deslucida por el gran número de visitantes.

Kasuga templo

Santuario Kasuga, el Sintoísmo

Este templo Sintoísta dedicado a una de las familias que más hicieron por la ciudad de Nara, es uno de los más bonitos del país.

El complejo perfectamente integrado en la parte más boscosa del parque de la ciudad, nos ofrece misticismo a cada paso. Los miles de faroles que adornan sus escalinatas y los trajes y ornamentos de los que allí trabajan, nos hacen pensar que estamos en uno de los planetas de cualquier película de ciencia ficción.

Durante nuestra visita tuvimos la suerte de asistir a una boda tradicional, lo cual acrecentó el interés por este lugar sagrado.

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Japón de Mochileros:
Monte Koya

El cementerio tradicional de Japón

Koya San japon
Monte Koya en Japon

El Monte Koya San:

Así a primera vista parece una visita rural a una zona más del Japón, pero nada más lejos de la realidad.

En este monte, siglos atrás, se fundó el emplazamiento más importante de la secta budista Shigón, una de las más importantes en el país.

Poco a poco este centro religioso fue ganando en importancia y ahora cuenta con más de un millón de peregrinos al año. Sus más de cincuenta monasterios dan alojamiento y comida, así como acceso a sus ceremonias.

Monte Koya

En este monte también encontramos el mayor cementerio que uno se pueda esperar, entre enormes y centenarios cedros los monumentos póstumos se suceden.

Estos mausoleos, pequeños, grandes, antiguos o modernos, nos van sorprendiendo hasta llegar a los grandes monumentos dedicados a los trabajadores de las empresas y compañías más importantes del país, tales como Sony o Panasonic.

Monte Koya mausoleo

Visitar este cementerio de noche es toda una experiencia, así como alojarse en uno de sus monasterios y participar de la vida monacal.

Muchos son los precios que se pueden encontrar para pasar la noche, en nuestro caso resultó ser algo elevado, pero a decir verdad las instalaciones fueron las mejores en las que estuvimos durante todo el viaje, ya que el monasterio alojaba a sus huéspedes en lo que se denomina un Ryokai.

Buda koya san

Para llegar hasta Koya San tenemos que elevarnos por la montaña en un tren funicular que, si bien se mueve despacio, es sin duda una experiencia dado el desnivel que supera. Tanto es así que las estaciones donde se toma el tren tienen escaleras incluso en el andén, así como el propio tren que también las tiene en su interior.

El único fallo de todo esto es que dicho tren pertenece a una compañía particular y no está incluido en el J. R. Pass.

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Japón de Mochileros:
Osaka

La Ciudad y el Castillo

Osaka Castillo
Castillo de Osaka

Osaka, ¿Una ciudad más?:

Esta ciudad la usamos como descanso para ver su castillo y continuar viaje.
Se trata de la tercera ciudad del país, con un grado de modernidad elevado.
Se dice que esta es la ciudad de los Yakuza, la mafia japonesa, pero yo no ví a ninguno y eso que me fijé bien…

Esta ciudad fue uno de los lugares donde mejor comimos, la calidad y cantidad con respecto al precio sí fue buena en todo el viaje, pero aquí en Osaka fue aún mejor; de hecho los habitantes de esta ciudad tienen fama de comer fuera de casa.

El objetivo de parar en esta ciudad fue ver su castillo, El Castillo de Osaka:

Ciudad de Osaka

Muchas eran mis expectativas con respecto a este castillo y si bien su exterior es del todo impresionante, el interior desalienta bastante al que como yo busca la historia de un edificio como éste.

El castillo fue destruido como casi todo durante la II Guerra Mundial, y reconstruido al finalizar la guerra, también como casi todo. El problema es que se decidió construir el interior más moderno para que albergase una sala de exposiciones y museo.

La modernidad del interior choca bastante con el exterior, pero como premio de consolación tiene varias armaduras y sables samuráis que justifican el entrar en la exposición.

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Japón de Mochileros:
Himeji

Un Castillo y una Ciudad

Castillo Himeji Japon
El castillo de Himelli

Himeji: La ciudad del Castillo:

Al contrario que Osaka, aquí el castillo es más famoso que la ciudad que lo alberga. Este magnífico castillo muy bien cuidado nos sorprende ya de lejos por su belleza. Con las paredes encaladas de blanco y sus líneas sinuosas, hacen de él uno de los más bonitos del Japón.

Al castillo accedemos por el entramado de murallas que lo protegen, lo que aún nos da mayor sensación medieval. Todo bien presentado y cuidado, nos hace tener una visita muy agradable.

Castillo Himeji

El interior del castillo sí es antiguo y alberga una importante colección de armas, incluso de fuego, armas poco valoradas por los Samurai. Por unas inoportunas obras no pudimos entrar en el interior, toda una lástima.

csstillo Himeji interior

En el complejo defensivo del castillo encontramos una construcción denominada «Torre de la Vanidad», a la que pudimos acceder. Recorrer las dependencias de esta zona del castillo donde se encerraban cada noche a las damas de la corte, fue muy especial y por ello recomendable a todos los que hagan esta visita.

Exterior del castillo

Tras la visita del Castillo dimos un corto paseo por la ciudad de Himeji, donde sus agradables vecinos nos sorprendieron, llegando incluso a invitarme a participar en un juego con cerbatanas, el cual no carecía del ceremonial típico de los asiáticos a pesar de ser moderno.

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Japón de Mochileros:
Hiroshima

La ciudad de la sonrisa triste:

Ciudad de Hirosima
Hiroshima

Llegamos a esta ciudad buscando la Isla de Miyajima, y nos sorprendió una población vital en un entorno moderno y totalmente recuperado.

La ciudad se ha reconstruido totalmente pero con una configuración moderna y pensada para los ciudadanos. Las grandes avenidas permiten una circulación fácil y su red de tranvías son la mejor opción para moverse por ella.

Hiroshima ciudad

Ver el edificio que quedó en pie tras la bomba atómica, y visitar el memorial, o la llama por la desaparición del armamento nuclear, nos tocó en lo más hondo. Y sin tener intención de ver esta ciudad no pudimos más que disfrutar de ella y unirnos a sus sensaciones.

Castillo de Hiroshima

El castillo de la ciudad ha sido reconstruido por entero y es ahora otra de las visitas que merece la pena en esta ciudad, que no puede faltar en la visita al Japón de hoy en día.

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Japón de Mochileros:
Miyajima

La Isla del Tory

Tory Rojo
El tory en el mar de Miyajima

Miyajima:
La Isla del Tori en el mar:

Esta pequeña isla está a tan sólo 20 minutos en ferry desde la ciudad de Hiroshima. El ferri está incluido en el J. R. Pass, por lo que aquellos que lo compréis no tendréis que pagar.

La visita a esta isla está entre una de las principales para los propios japoneses. Acercarse en el ferry permite ver el famoso Tori de enorme tamaño y color naranja sobre las aguas, lo que es sin duda la antesala de una visita especial a una isla sagrada, en la que está prohibido dar a luz o morir.

Miyajima templos

Una vez sobre la isla una calle llena de comercios pensados para los turistas nos da la bienvenida, pero al poco de caminar nos encontramos con pequeños ciervos que caminan libres por la isla, si bien aquí está prohibido darles de comer.

Aún así tendremos que estar atentos para que no se coman cualquier cosa que llevemos, un mapa, un fular,…etc.

Japón de Mochileros

El santuario Itsukushima:

Este santuario Shintoísta está construido sobre pilares que se hunden en la playa. Con la marea alta las aguas se meten bajo los edificios y podemos pasear por ellos sobre las plataformas disfrutando de este magnífico lugar.

El enorme Tori es la puerta de este santuario y desde el propio santuario tenemos una vista privilegiada del mar con el Tori sobre las aguas.


Una vez baja la marea pudimos ascender por la playa hasta llegar a tocar el Tori pasando por debajo de él y sacamos unas cuantas fotos.

Pagoda de cinco alturas

Goju-no-to:

En un promontorio próximo al santuario principal encontramos una pagoda de cinco alturas, también interesante y desde la que tenemos una vista singular sobre el santuario.

Junto a la pagoda se encuentra un edificio llamado Senjukaku, o el pabellón de los mil tatamis. Se trata de un edificio de madera y tatami realmente bello. Durante nuestra visita coincidimos con el aniversario del nacimiento del director de cine Akira Kurosawa; este evento hizo que el pabellón estuviese siendo utilizado para una exposición en su honor, por esto pudimos visitar ambas cosas a la vez.

Daisho-in:

Este es un templo budista que está algo retirado del puerto y del santuario principal. No es una visita habitual en la isla pero nosotros decidimos ir a verlo y resultó ser uno de los templos más agradables de todos los que vimos en Japón.

En él encontramos una colección enorme de estatuas budistas y una calma genial en todos los edificios que componen el monasterio. Incluso pudimos asistir a una ceremonia dirigida por un sólo monje en el que rezaba y tocaba un enorme tambor ritual.

Para nosotros es una visita ineludible en esta isla.

Templo japones

Otras opciones:

Nuestra decisión de visitar el templo Daisho-in no nos permitió tener tiempo para ascender por un teleférico que lleva hasta lo alto de la montaña donde se tienen unas vistas excelentes.

De la misma forma en donde están ubicados estos miradores viven unos monos que dicen son curiosos de ver. Esta es otra posibilidad que nos brinda la isla de Miyajima.

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Japón de Mochileros:
Fuji San

La Montaña Sagrada

Ladera roja del fuji
Laderas del Fuji

El Monte Fuji

Esta fue la actividad rural que elegimos para nuestro viaje por Japón: ascender al punto más alto del país nipón.

La zona del monte sagrado Fuji está rodeada por lagos de aguas termales muy apreciadas por los japoneses, lo que lo convierte en un lugar de mucho turismo interior. Esto hace que los precios en esta zona sean más elevados, casi no hay hoteles baratos y apenas un sólo hostel que estaba completo.

Terminamos alojados en la parte japonesa de un hotel que nos recomendaron en el hostel, barato pero algo cutre pero con un gran baño japonés de tres piscinas: normal tirando a caliente, muy caliente y enormemente caliente…

Monte Fuji San

En nuestro caso tomamos la decisión de comenzar nuestra aproximación al Monte Fuji desde Kawaguchi-ko, población a la que llegamos en tren a pesar de ser de una empresa ferroviaria que no cubría el Japan Rail Pass.

Tras pasar una noche en esta población tomamos uno de los autobuses que desde allí se dirigen a la 5ª estación, lugar desde donde se emprende el camino para ascender a la cumbre.

En este lugar conocido como 5ª estación hay varios lugares donde comprar recuerdos o elementos para la ascensión: bastones, banderas de Japón, chubasqueros, etc.

Monte  Japon

Desde este punto el camino asciende por una senda bien marcada y repleta de gente. Sin grandes dificultades se puede hacer cumbre en unas seis horas como mucho, siempre y cuando el tiempo lo permita. Durante la ascensión se van atravesando un montón de establecimientos que según ganan en altura también lo hacen en precio. En ellos se puede desde alojarse a comprar agua, o incluso oxígeno.

La época abierta para la ascensión es de julio y agosto. En nuestro caso, al ser primeros de julio y estar aún activa la época de lluvias, apenas pudimos ver el Fuji, y al llegar a la última etapa, a unos 3550 metros, una enorme tormenta eléctrica nos hizo retroceder y dejar pendiente para otro viaje la cumbre de este mítico monte.

Puede que como montaña no sea una de las más apreciadas, pero histórica y culturalmente bien vale la pena para los que amamos la montaña y la cultura japonesa.

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¡¡¡ Japón de Mochileros ¡¡¡

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