Subir al Toubkal es tener delante un 4000 asequible que nos permite llegar al techo de Marruecos, una aventura fácil y controlada
Como subir al Toubkal:
Con unas dosis de aventura y ganas de pasarlo bien basta para llegar a esta cumbre del vecino del sur. Cárgate de paciencia y entrena para estar por encima de la cota de los cuatro mil metros
Ficha técnica:
- Dificultad: PD Poco dificil
- Altitud máxima: 4.167 mtrs
- Distancia:
- Desnivel: 1.450 m. aproximacion / 955m Ascensión
- Vía utilizada: Normal desde Refugio
- Etapas: Dos / Aproximación / Ataque y regreso
- Material: Pack de alpinismo >>
- Época Recomendada: Primavera
- Niños: No
- Perro: No
- Destacable: Su Altitud
- Cartografía:
- PDF: ruta
Aproximación:
Para la ascensión al monte más alto de Marruecos y, por tanto, de la cordillera del Atlas, hay que llegar al pueblo de Imlil, desde el que comenzamos esta ruta de aproximación y ascensión.
Generalmente es en este pueblo donde se negocia con los lugareños para alquilar mulas para el transporte de materiales, por lo que tan solo tendremos que seguir al mulero y sus mulas para llegar al refugio. Este camino transita en dirección sur adentrándose en el gran valle en el que está situado el pueblo del que ahora partimos.
Salimos del pueblo por su calle principal para llegar, en primer término, a una zona escalonada que transita por un pequeño bosque. Alcanzamos una pista forestal que tomamos en la misma dirección sur que nos trajo hasta aquí. Poco a poco dejamos atrás el pueblo y pasamos junto a unas construcciones en las que hay algunas tiendas de campaña y un colegio. Pasado este colegio la pista baja hasta el río, el cual recuerda a una antigua morrena glaciar. Cruzamos el ancho pero poco caudaloso cauce y continuamos ahora por una zigzagueante senda, que asciende por la ladera sin perder el sentido sur.
Desde el río tan sólo nos queda continuar ascendiendo hasta llegar a la piedra blanca, a la que tardaremos entre hora y media y dos horas. Se trata de un lugar pintoresco y muy marroquí, que confunde al turista para que pique y compre algo que no le hace falta. Pero también se trata de un magnífico lugar para descansar y tomar un té a mitad de la ruta de aproximación.
Una vez repuestas las fuerzas continuaremos en dirección sur, ahora sin darnos cuenta cambiamos de ladera y el valle se va cerrando, la poca vegetación que nos acompañaba desaparece por completo y el paisaje de alta montaña se va adueñando del lugar. Continuamos ascendiendo. Es habitual que a partir de este punto comience a aparecer la nieve y, tras cruzar un par de regatos, puede hacerse más presente, lo que obliga a parar a las mulas. Será el momento de contratar porteadores o hacer nosotros mismos este porteo, según donde comience la nieve así será de largo este último tramo de la aproximación. Durante la última media hora seremos capaces de ver el refugio ante nosotros, que alcanzaremos cumplidas entre cuatro y cinco horas, alcanzando los 3.207 metros de altitud sin dificultad técnica digna de nombrar.
Ascensión:
Por regla general esta ascensión se acometerá tras pernoctar una noche en el refugio, lo que mejora la aclimatación y da descanso tras la larga aproximación.
Comenzamos esta ascensión por la pala de nieve que se encuentra a la espalda del refugio. Para ello habremos de cruzar el cauce del arroyo que da agua al refu. Ascendemos tan sólo unos metros para descender al cauce de este arroyo y comenzar a ascender por la inclinada pala que nos recibe como aperitivo a esta ascensión. De forma escalonada e intensa iremos superando los costarrones que se suceden, alcanzando pequeñas colladas siempre en dirección este.
Tras unas dos horas o dos horas y media, alcanzaremos una pedrera descompuesta, lugar en el que nuestro camino gira en dirección norte. Esta pedrera suele estar desprovista de nieve por ser una zona muy venteada, ya próxima a la cumbre. Desde este punto hasta el término de la ascensión, nos restan entre cuarenta y cinco minutos y una hora y media de ascensión.
Superada la pedrera, el camino girará a nuestra derecha, es decir, nuevamente en dirección este, por tan sólo unos metros. Es en este giro donde por primera vez vemos la cumbre de nuestro objetivo, con su singular estructura metálica de forma piramidal que da personalidad a esta montaña. Sólo nos restan los últimos 50 metros para terminar esta ruta.
El regreso al refugio es habitual hacerlo deshaciendo el camino de ascenso.