Desde que tengo memoria, la naturaleza ha sido mi refugio, mi escuela y mi pasión.
Crecí corriendo por los senderos de la Sierra de la Demanda durante los veranos de mi infancia, descubriendo la felicidad en los bosques de Ezcaray.
David Granados Guía de Montaña
Entre montañas y valles, aprendí a sentir la tierra bajo mis pies y a respirar el aire puro de las alturas. Fueron esos primeros encuentros con la naturaleza los que, con el tiempo, hicieron crecer en mí esta gran pasión.
Ya en mi juventud, la Sierra de Guadarrama, me llevó a conocer el montañismo, y descubrí en esas cumbres un nuevo mundo lleno de retos inolvidables.
Fue en los Pirineos y más tarde en los Alpes donde verdaderamente me forjé como alpinista. Allí, comprendí el poder de la montaña y el respeto que se le debe. Me retaron a superar mis propios límites y a entender que, en la montaña, la verdadera grandeza no está solo en alcanzar la cima, sino en el viaje que nos lleva hasta allí.
Como guía de montaña, mi mayor objetivo es compartir esta pasión con aquellos que buscan algo más que una simple excursión. Mi misión es hacer que cada persona sienta la emoción de descubrir nuevos caminos.
Quiero compartir con vosotros la sensación de pisar la nieve virgen, sentir la brisa que te acaricia al alcanzar una cima, o el profundo silencio que solo las montañas pueden ofrecer.
David Granados
Guía de Montaña
TD2 Medía Montaña
Guía por itinerarios en Bicicleta
AEGM nº 2167 / UIMLA
Otra de mis grandes pasiones es la bicicleta. Como guía de bicicleta de montaña, tengo la suerte de recorriendo senderos que desafían tanto la destreza como el espíritu. La bicicleta me ha dado otra forma de explorar la naturaleza, más rápida y dinámica, pero igualmente intensa y gratificante.
Cada ruta, cada cumbre y cada sendero que recorro con aquellos que confían en mí es una oportunidad de mostrarles que la naturaleza, en todas sus formas, es un regalo que debemos respetar, disfrutar y proteger. Mi vida está dedicada a guiar a otros por estos caminos, con la esperanza de que, al final del día, sientan el mismo amor profundo por las montañas que a mí me ha acompañado desde niño.
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