Holanda en furgoneta Camper
Toda una experiencia, un país que marca más por sus habitantes que por su paisaje, un pequeño estado que sorprende por su modo de vida.
Sin dudarlo, un lugar para conocer y disfrutar, Holanda es ese lugar accesible y amable que hay que explorar.
Cómo Viajamos:
En esta ocasión dejamos la mochila por la «furgo», en nuestra Fiat Doblo atravesamos España, Francia y Bélgica para llegar a Holanda. En esta furgoneta, la cual tenemos preparada para poder dormir en su interior e incluso cocinar si es necesario, podemos recorrer grandes distancias y disfrutar de una libertad poco habitual en otros modos de viajar.
Cómo Llegamos:
Al viajar en furgoneta desde España a Holanda teníamos que atravesar tanto Francia como Bélgica. Esta última no suponía ningún problema, no así la primera, ya que Francia tiene una magnífica infraestructura en cuanto a carreteras, pero sus autovías, son prácticamente todas de pago, lo cual encarecía enormemente el viaje. Para superar este pequeño escollo decidimos viajar por carreteras comarcales y tomar un itinerario marcado como «Paris Bis», el cual nos condujo hasta esta ciudad, por carreteras secundarias pero sin interrupción y sin pérdida.
Una vez en Bélgica y tras un día entero de viaje, todo se hizo más sencillo gracias a las magníficas autovías de este país que en ningún caso cobra peaje.
Dónde dormir:
Como ya comentamos este viaje lo realizamos en nuestra furgoneta, la cual tenemos preparada para convertir en cama su interior y con posibilidad de cocinar. A modo de una pequeñísima autocaravana podemos ser autónomos y vivir en casi cualquier parte.
Ahora bien, Holanda es un país muy urbanizado y con una naturaleza casi controlada por completo, por lo que la opción más viable es utilizar los camping, de precio no muy superior al de los españoles, pero con unas instalaciones un tanto precarias en más de un caso.
Conducir por Holanda:
Las reglas fundamentales de la conducción no cambian como es normal. Ahora bien, al principio es algo caótico circular entre tanta bicicleta y además casi no hay glorietas; en su lugar hay un gran número de semáforos en los cruces, cada uno para el carril sobre el que esta situado, así que si no estás en el carril que te conviene no podrás tomar la dirección que te interesaba, y a dar una vuelta extra por las cercanías.
Ciudades que visitamos:
Fueron muchas las que pudimos visitar estos quince días, estas son una pequeña muestra:
Alkmaar, Amsterdam, Breda, Campos de flores (Bollenvelden, Keukenhof), Delft, Den Haag (La Haya), El Delta, Gouda, Güeldres (Palacio de Het LOO), Haarlem, Hertogenbosch, Hoorn, Kinderdijk (los molinos), Leeuwarden, Maastricht, Middelburg, Rotterdam, Scheveningen, Volendam.
La Naturaleza:
A decir verdad toda Holanda parece ser un gran parque natural, pero de una naturaleza controlada y dominada, casi al cien por cien. Es justo decir que sin lugar a dudas existen rincones de gran belleza, pero parece que los holandeses gustan de poder traer a sus casas una naturaleza estéticamente correcta y a ser posible dominada.
Las Gentes:
La gente, es sin dudar lo mejor. de este país. Durante todo el viaje encontramos y convivimos con holandeses que siempre tenían una sonrisa, y buscaban la mejor forma de comunicarse con nosotros. Prácticamente todos hablan dos idiomas o más y el inglés es casi la segunda lengua oficial. A todos cuantos nos acercamos para pedir información, fueron más que amables al respondernos.