FICHA TÉCNICA | |
Dificultad: | Nivel III/ Alta |
Distancia: | 24 Km aprox. ida. |
Duración: | 6´00h Aproximadas. |
Cartografía: | Hojas SGE 508 Y 533 escala 1:50.000 |
Última realización: | 17 / 05 / 05 |
Descripción:
Comenzamos y terminamos esta ruta en el pequeño pueblo de Tablada, en la vertiente madrileña del puerto del León, al que podemos acceder por la antigua nacional VI, o bien por tren, ya que tiene un pequeño apeadero aunque con muy pocas paradas al día, por lo que conviene informarse bien antes.
Salimos de Tablada por la única y muy empinada calle que veremos al llegar, dejando a nuestra derecha el hostal restaurante «Casa Tere», con su pequeña plaza junto a la carretera. En unos pocos metros habremos superado la cuesta de esta calle, llegando al final del pueblo, para adentrarnos ya en el campo, para lo cual atravesaremos una valla con cancela que nos aseguraremos de cerrar a nuestro paso.
Ya en la pista seguiremos el camino en la dirección que llevamos desde el principio, pasando a los pocos metros bajo las torres de alta tensión que llevan a Madrid la electricidad. Poco más adelante vemos como llegamos a otra pista, entrando en ella cuando hace una cerrada curva. Sin dudar tomamos el sentido ascendente hacia la derecha de nuestra marcha. El desnivel es algo más marcado ahora y terminamos llegando a una zona con menor desnivel con magníficas vistas a nuestra izquierda, en la que la pista parece difuminarse y perderse. Aquí tendremos que estar atentos, ya que el camino sigue a la derecha confundiéndose con un arroyo que baja entre pinos. Ascenderemos junto al arroyo o sobre él según el caudal, encarando así el desnivel de la montaña directamente, para en pocos metros ver la Fuente de las Hondillas de la que parece manar el agua de arroyo que nos sirve de guía.
Sobre la fuente pasa una pista asfaltada, la cual seguiremos dirigiéndonos a la izquierda, ahora casi sin desnivel, y por una pista asfaltada avanzaremos cómodamente. Al poco veremos una gran cruz derribada a nuestra derecha, para unos metros más adelante llegar a una curva. Junto a ésta vemos un corta fuegos mal cuidado que nos sirve para ahorrarnos unos cuantos metros de pista asfaltada, así que subiremos por él para llegar en unos doscientos metros a la pista justo junto a otra cruz derruida con símbolos falangistas y una herrumbrosa atalaya. Todo esto lo dejaremos a nuestra izquierda para continuar ascendiendo por la pista.
Avanzamos sin pérdida por esta pista y poco a poco se nos abre el valle a la izquierda y crece el monte de Cabeza Lijar. Después de unos 30 minutos dejamos a la derecha este monte y llegamos al Collado de la Mina, bonito lugar frecuentado por aficionados a los cuatro por cuatro. Es en este punto donde de nuevo abandonamos la pista. A la derecha tenemos el camino que sube a Cabeza Lijar, de frente sigue la pista por la que llegamos hasta aquí, y ahora nos salimos de ella hacia la izquierda por el camino que sube al refugio de la Salamanca. Es por esta senda por la que podremos seguir las marcas del GR 10, las que nos acompañarán bastante rato.
En pocos minutos alcanzaremos el ruinoso refugio, desde donde tendremos magníficas vistas de los alrededores. Continuaremos por el GR que ahora se adentra por el cordal de estas montañas en dirección al Monte de Abantos y el Escorial. Poco a poco la Cruz de los Caídos se hace más presente, ya que nos aproximamos a los límites del Valle de los Caídos. Pasados entre 30 y 40 minutos llegaremos a otro collado, con una valla de piedra a nuestra izquierda que presenta una obertura y permite el paso a un camino que desciende hacia el valle. En este punto abandonamos las marcas de GR, es más, en las piedras de la valle veremos la X con los colores rojo y blanco, indicándonos que ya no seguimos su rumbo.
Este camino o trocha se adentra en el bosque bajándonos en tan sólo unos metros de nuevo a una pista asfaltada, que tomaremos hacia la derecha en la dirección en la que bajamos.
Continuamos descendiendo por la pista con un desnivel poco acusado, hasta llegar a un gran corta fuegos que nace a la izquierda de la pista. Tomándolo como camino, bajamos durante unos trescientos metros para en poco tiempo salir de nuevo a la pista. La tomamos hacia la izquierda y nos adentramos en un terreno más llano y boscoso donde comenzaremos a encontrar gente. En tan sólo unos metros más llegaremos a una valla que impide el paso a vehículos no autorizados y comenzaremos a ver las primeras mesas del área recreativa a la que llegamos en la que hay un bar y una ermita.
Ya junto al pantano de la Jarosa continuamos nuestra marcha junto a la carretera que lo rodea, dejando siempre a nuestra derecha la presa que veremos al fondo del valle. Justo al llegar al río que alimenta el pantano en una curva de la carretera, nos adentraremos de nuevo en el bosque por una senda que asciende a la izquierda del río, para lo cual tendremos que cruzarlo. Caminamos manteniendo el río a nuestra izquierda por un sendero en un principio frondoso que poco a poco se va despejando. En tan sólo 10 minutos llegaremos a una pista de tierra que tomaremos a la derecha alejándonos del río. Por la «cuneta» de esta pista suele correr un arroyo que va a desembocar al río que dejamos atrás. En unos metros de ascenso llegamos a una encrucijada de caminos junto a una construcción baja. Tendremos que tomar el camino que aparece a nuestra izquierda y que venía paralelo a nosotros, el cual no podíamos ver por la cantidad de jaras que lo ocultan en su último tramo. Formando una V con la dirección que tomamos en el camino, continuamos ascendiendo entre pinos para en pocos minutos tener a nuestra espalda unas preciosas vistas del valle con el pantano. Con un profundo tajo a nuestra izquierda continuamos sin pérdida por el camino. Llegamos a unas ruinas, punto en el que buscamos el camino que sale a nuestra derecha; vemos al fondo la pista asfaltada con una fuente que normalmente está seca. La alcanzamos y nos dirigimos a la derecha; en unos metros entra a la izquierda otra pista, pero seguimos por nuestro camino. Al llegar a una curva vemos una pista de frente no asfaltada, que debemos tomar para seguir nuestro camino. Poco a poco la carretera de la nacional VI se hace más presente con el ruido de lo coches; la tendremos a nuestra derecha. Pasados 40 minutos después de haber abandonado la pista asfaltada, llegaremos a otra intersección. En esta ocasión la pista se divide en dos, nuestro camino ha de ser ascendente, por lo que tomamos la opción de la izquierda.
Mantenemos este rumbo y llegamos a otra curva donde vemos que el camino sigue de frente o hace una curva. Es el punto de conexión con lo que hicimos al comenzar el día, es donde cerramos el círculo. Seguiremos de frente manteniendo la carretera a la derecha, pasando bajo las torretas de alta tensión y llegando a la valla que da acceso al pueblo de Tablada. Ya sólo nos queda descender esta calle para llegar al término de esta excursión.