Quizás una de las más bonitas del Pais Vasco. La Ruta del Flysch se esta haciendo enormemente famosa por sus paisajes llenos de acantilados, rocas, mar, y verdes prados
Una ruta de senderismo que podremos hacer con niños que estén habituados a caminar unas cuantas horas.
La ruta del Flysch es una de las rutas imprescindibles, para todo senderista.
La Ruta del Flysch:
Esta ruta une las poblaciones de Zumaia y Deba, por la costa del Cantábrico, serpenteando por la linea de costa y subiendo y bajando por su relieve por unos 16 kilómetros. Es por esto que la consideramos travesía, pues lo ideal es hacerla en uno de los dos sentidos y regresar al punto de inicio en el tren de cercanías, que cómodamente une estos dos pueblos
Flysch, que nombre, ¿no?. Pero, ¿Que es el dichoso Flysch? Pues una formación geológica en capas horizontales de diferentes materiales, algo así como un libro en el que cada página es de un material. En esta ruta, lo curioso, es que esta formación a demás de estar a simple vista, por un movimiento tectónico se ha girado y se ha colocado en posición diferente a la habitual, estando en ocasiones en posición vertical.
Simplificando, el Flysch queda precioso y da una vista extraordinaria de esta costa singular, algo que no te puedes perder en directo.
Ficha Técnica:
Dificultad: | Media |
Altitud máxima: | 145 Metros |
Distancia: | 18 Km |
Desnivel: | 725 mtrs. |
Etapas: | Una |
Tiempos: | Total entre 5 y 6 horas |
Material: | Ropa y calzado de senderismo |
Época Recomendada: | Todo el año sin temporal |
Niños: | Si |
Perros: | Si |
Tipo de Ruta: | Travesía |
A destacar: | Atención a las mareas, informarse antes de comenzar |
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Comenzamos la Ruta del Flysch:
Comenzaremos la ruta en el pueblo de Zumaia maravillosos pueblo costero vasco, lleno de callejones de mucho encanto.
La ruta parte de la Ermita de San Telmo, maravilloso lugar con las primeras vistas que nos impactarán por su belleza, frente a nosotros el mar, a la derecha la playa de arena y a la izquierda la playa de rocas y acantilados.
Nos dirigiremos a la playa de rocas, para lo cual bajaremos de la ermita y después por unas escaleras hasta la playa. Este punto quizás será el que presente mayor incomodidad para progresar, pues caminamos sobre rocas algo resbaladizas, y tendremos que estar atentos y cuidadosos.
Manteniendo el mar a nuestra derecha avanzaremos, sobre un mar de bolos y descubriremos el Flysch a nuestra izquierda en los acantilados, y en ocasiones bajo nuestros pies.
Este tramo inicial transcurre en unos 4 kilómetros, y nos llevara hasta una pequeña ensenada por la cual saldremos de este terreno incómodo, para comenzar a subir por un sendero, el cual nos llevara a unos 120 metros del nivel del mar.
A la Playa de Sakoneta:
Una vez fuera de la primera playa, el camino se hace mas de montaña, y el sendero esta marcado como GR, es decir con marcas Rojas y blancas. Hay que mantener rumbo oeste, si bien en tramos nos separamos del mar, este lo tenemos que mantener a nuestra izquierda y estar atentos, pues entramos en bosques y salimos verdes prados.
En uno de los puntos cercanos a la playa se nos abre un pequeño mirador, sobre un acantilado, en el que hay una cuerda que baja hasta las rocas, esta cuerda da acceso a los surfistas y se puede destrepar pero no es parte de nuestra ruta, tan solo un entretenimiento que de hacerse, será con sumo cuidado.
Poco más adelante llegaremos a la playa de Sakoneta, inconfundible por su marcado Flysch en el suelo
De Sakoneta a Deba:
Podríamos continuar por la playa pero lo habitual, es salir de ella por el sendero de gran recorrido que utilizamos, este comenzara a subir de nuevo haciendo que nos empleemos en el esfuerzo.
Una vez llegamos a lo más alto, veremos a nuestra derecha unas indicaciones para un mirador, no apetece continuar subiendo pero solo son 5 minutos y te aseguro que las vistas merecen la pena, pues admiraremos todo el tramo recorrido, desde Zumaia, y quizás este lugar sea el de mayor belleza.
Retomando el sendero, bajaremos de nuevo por el hacia el mar, pero ahora nos rodea la vegetación, y nos mantenemos en un bosquecillo muy agradable, pasamos bajo un tunel, y comenzamos a subir, hasta llegar a una carretera la cual cruzaremos por un puente habilitado a tal efecto.
Desde aquí tan solo resta continuar caminando para subir hasta otra ermita, y bajar hasta Deva. Una vez en Deva, las marcas rojas y blancas nos conducirán por el pueblo, haciéndonos bajar por unos ascensores públicos que comunican la parte alta del pueblo con la baja.
Regreso a Zumaia:
Lo más habitual es hacerlo en tren de cercanías, el cual en una media hora como mucho nos lleva de vuelta, con la ruta del Flysch marcada en nuestras retinas.