Efectivamente, no íbamos a ser menos y tenemos un Yeti en los Pirineos, uno que vagabundea por todas las culturas de nuestras montañas… o eso dicén
El conocido como Bosnerau aragonés, el Basajaun vasco navarro, o el Simiot catalán son las versiones pirenaicas del conocido internacionalmente como Pies Grandes
El Yeti de los Pirineos
Ya sabes, si estás llegando las Mesa de los Tres Reyes, o vas camino del Anayet y ves a un melenudo gigante caminando a lo lejos, no pienses que estas en Himalaya, sigues en los Piris y estas viendo a nuestro propio BigFoot
Todo estos seres con forma medio humana, entre persona y simio, están presentes en la mitología montañera de muy distantes y diferentes sociedades del mundo
Aquí en España se centran en los Pirineos, siendo muy arraigadas en la mitología vasca, la cual distribuye hacia el este de la cordillera toda esta creencia
Hay que destacar que en los casos vasco y navarro, estos seres son afables y cuidan de las montañas y de lo que hay en ellas. En los casos aragoneses hay de todo, mientras que en los casos Catalanes se consideran seres más bien dañinos, tanto para lasn las gentes como para el ganado.
Veamos ahora a cada uno de estos tres Yetis por separado:
Historias y Leyendas de los Pirineos
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Basajaun, Yeti vasco navarro:
Quizás el más documentado en cuanto a su mitología sea esta versión vasco navarra. Un ser que se cuenta, se canta y se conoce en las mística de este pueblo, desde tiempos muy remotos.
Estamos ante un ser de grandes dimensiones muy peludo de color variable que puede ir del pardo al canoso, que curiosamente tiene un pie grande, mientras la otra pierna termina en una gran pezuña redonda
Lo asombro de esta representación es que tiene una compañera femenina, a la cual se nombra como Basandere.
Ambos seres, masculino y femenino, se caracterizan por cuidar de la naturaleza, e incluso de los ganados que andan solos en el monte, tanto es así, que sus nombres se traducen como: El señor y la Señora de los Bosques (Los señores Salvajes)
Bosnerau, Yeti aragonés:
Este Bosnerau, o Yeti aragonés, se asemeja mucho al vasco, no se habla tanto de la hembra y sí que se tipifican ataques a seres humanos especialmente a leñadores o excursionistas.
Pero hay que resaltar que en la mayor parte de los casos se considera un ser afable pero muy esquivo que prefiere correr a ocultarse en la espesura a atacar o relacionarse con el ser humano
Simiot, Yeti catalán:
La versión catalana, que también se da a ambos lados de la frontera entre España y Francia, está representado en algunas de las antiguas ermitas de los Pirineos.
Y poco a poco va perdiendo el aspecto típico de su hermano originario del País Vasco, y comienza a tener un aspecto más fiero, recordando más a un simio o incluso al temido chupacabras americano
En esta zona se le ve como una alimaña que ataca a los ganados e incluso a las personas y se le atribuyen numerosas muertes de cabras y ovejas
Avistamiento en 1993
Pues sí señor, la leyenda da un paso más y llega casi casi a nuestros días, y tanto es así que llegó a generar una intervención por parte de la Guardia Civil.
En las zona de Peña Montañesa, zona tranquila del Pirineo de Huesca, un grupo de seis leñadores aseguraron encontrarse con un ser que pudiera ser el Bosnerau el día 4 de Mayo de 1993
El leñador Manuel Cazcarra, declararía ese días que se habían encontrado con un ser de una altura aproximada a 1,70 metros, relatando de las siguiente forma su encuentro:
«en torno a 15:45, de repente escuché gritos, gritos agudos que se parecían a los de las cabras salvajes. Pensamos que alguno de estos animales se habría caído de un acantilado y me acerqué a ver qué había sucedido. Y cuando lo vi, estaba encaramado en un pino, aferrándose a una rama con las manos y los pies. Gritó. La distancia que nos separaba de la criatura era de unos 90 metros. Llamé a mis compañeros para que vinieran a ver y el primero que lo hizo fue Ramiro López, que llegó a tiempo para ver cómo el ser descendió del árbol para esconderse detrás de un arbusto grande. El resto de mis compañeros también llegaron pero, desafortunadamente, no lo pudieron ver. Sin embargo, tuvieron que evitar un tronco que iba hacia ellos, sin duda lanzado con violencia por parte del hombre-mono «.
Manuel Cazcarra 04/05/1993
Estos leñadores eran personas acostumbradas a la vida en esas montañas y estaban acostumbrados a cruzarse con muchos animales de los que allí habitan y ninguno supo decir que era aquel ser.
A los pocos días, aparecieron ventanillas rotas de sus vehículos de trabajo y la Guardia Civil les acompaño y levanto parte de lo ocurrido así como delas huellas encontradas….
El Yeti de los Pirineos
Ahora ya lo sabes, tenemos compañía en nuestras Rutas por los Pirineos, así qué elige una y si ves a este peludo nos lo cuentas para ir a saludarlo
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