La controversia está servida, como debemos referirnos a esos últimos metros tan aéreos que hay que recorrer hasta la cumbre del Aneto, son ¿el Paso o el Puente de Mahoma?
Una travesía para obtener la gloría de llegar a lo más alto de los Pirineos.
Paso o Puente de Mahoma
El Aneto es sin lugar a dudas uno de los montes más deseados de los Pirineos, muchos son los que sueñan con llegar hasta su cumbre, y miles los que se acercan cada año hasta ella
El tramo más famoso e impresionante en esta ruta hasta su cumbre, se presenta justo antes de llegar hasta ella, tan solo nos separan cuarenta metros de arista horizontal, muy aérea y almenada, que muchos se quedan sin atravesar, a pesar de no ser excesivamente difícil.
Pero, ¿de donde le viene el nombre y cual es el correcto?.
Paso de Mahoma
A medidas del siglo veinte, con la popularización de los deportes de montaña y el crecimiento del número de montañeros, las montañas comenzaron a recibir cientos de nuevos visitantes.
Las principales montañas comenzaron a ser realizadas de forma más o menos habitual mor montañeros de todos los niveles, y se fueron haciendo populares los lugares de mayor dificultad en cada una de sus rutas.
En muchas ocasiones estos lugares de mayor dificultad fueron bautizados como «paso de», haciéndose famosos, como es el caso del Paso del Funambulista en la cresta de Espadas al Poset, etc.
Por esta costumbre se incluyo el último tramo al Aneto como el paso de Mahoma, pero todos dudamos que el profeta pasara por allí, y lo que es seguro, es que antes que paso, se llamo Puente de Mahoma.
Puente de Mahoma
El correcto nombre de este estrecho camino hasta la cumbre más alta de los Pirineos, esta unido indefectiblemente al romanticismo que hizo del montañismo algo más que un deporte.
Fue el 20 de Julio del 1842 cuando se logró llegar hasta la deseada cumbre de esta montaña, y fue el grupo creado por el ruso Platón de Tchihatcheff y los franceses, Albert de Franqueville, Pierre Sanio, Jean Sors, Bernard Arrazau y Pierre Redonnet, quienes lo consiguieron.
El honor de poner este nombre a tan estrecha cresta es de Albert de Franqueville, componente destacado de este grupo y botánico enamorado de los Pirineos.
A los tres años de conseguir su ascensión hasta la cima, Albert relató su peripecia para lograr llegar hasta allí de la siguiente forma:
«Entre las nieblas alcanzamos lo que creíamos ser el punto más alto; pero descubrimos una fina arista que nos separaba de la verdadera cima.»
Albert continua haciendo una estupenda descripción física de la corta arista, y lo completa con una metáfora, la cual termina dando nombre este tramo:
«¡Este Puente de Mahoma nos separa de nuestra ansiada cumbre!»…
Albert de Franqueville
El pensamiento romántico de Albert nos regaló esta maravillosa comparación, que solo se puede comprender y apreciar, conociendo la tradición islámica por el cual el profeta habla de la forma en que los difuntos llegan al cielo en el islam:
Para alcanzar la glorían habremos de caminar por un estrecho puente tan fino como un cabello y tan afilado como una cimitarra, donde solo los justos lograrán cruzar.
Ahora ya conoces la verdadera historia del Puente de Mahoma, solo te queda disfrutar de él tanto como puedas.
Historias y Leyendas de los Pirineos
Otras historias y leyendas:
Mitos de esta Montaña
Historia de las Ferratas
Agradecimiento especial a Narciso De Dios Melero, Guía de montaña, enamorado de los Pirineos y defensor de la historia real de las montañas. Sus aportaciones correcciones y mucho saber nos ayudaron en este post. Un gran abrazo de cumbre montañero.