Nuestras montañas esconden miles de historias, leyendas, y lugares místicos. Esta vez encontramos en la Sierra de Guadarrama un lugar lleno de magia y belleza montañera, conocido como, La Cueva del Monje de la Granja
Cueva del Monje de la Granja de San Ildefonso
Muy próxima al Real Sitio de la Granja de San Ildefonso, encontramos en los bosques de Valsaín una enorme roca sustentada de tal forma que bajo ella hay una gran estancia, este lugar es conocido como la Cueva del Monje de la Granja
Tan enorme Piedra situada en perfecto equilibro, asoma como una visera hacia delante y da aparecer que es buen cobijo para vivir en ella si no tienes mejor lugar
Dos son las leyendas más importantes que esconde este lugar y de ellas vamos a hablar hoy aquí:
Cueva del Monje y Tomás Segura
Mucho tiempo atrás, un lugareño llamado Tomás Segura, dedicó toda su vida a trabajar, ganado gran dinero sin disfrutar de nada, apegado a la vida tranquila junto a su mujer.
Ella enfermo gravemente, y aquel hombre gastó toda su fortuna tratando de salvarla de una muerte segura, arruinado, lleno de deudas y viudo, enloqueció de pena desesperación, y decidido a desaparecer se adentró en los bosques con la intención de suicidarse.
Caminando largo rato por la senda entre los árboles, alcanzó un claro donde un viejo se la aprecio, embaucador y ladino, el anciano pronto se presentó como la solución a todos sus problemas, pues era el mismo diablo venido a roban almas en pena
«Todas tus deudas saldaré, tu juventud te daré, y dinero jamás te faltara de nuevo»
¿Qué habría de hacer yo para tan fácil solución de mi desesperación?
«Tres décadas tendrás y tras ellas, aquí volverás y tu alma me entregarás»
Terminada su frase el diablo se arranco un diente, negro como la noche, y lo lanzo contra el suelo, una gran explosión saco de la tierra una enorme roca que se alzo hacia el cielo, hoy conocida en todas la Sierra de Guadarrama como la roca del Diente del Diablo,
«Esta roca marcará el lugar donde tendrás que venir dentro de treinta años a entregar tu pago del acuerdo, hay de ti si así no lo hieras…»
Dicho esto, aquel anciano desapareció sin más, dejando allí tirado en el suelo al desesperado y cansado Tomás Segura
A la mañana siguiente Tomás despertó joven de nuevo, con dinero en el bolsillo y desprendido de los pesares que le llevaron a intentar suicidarse, una nueva vida le esperaba y comenzó a vivir lleno de excesos y desenfrenos, dedicado por entero a gastar aquel dinero sin valor y disfrutar de tantas mujeres como pudo engañar
Tanta locura lo cubrió que llegó a obsesionarse con una bella dama llamada Leila, ya que no pudo conquistarla, su locura lo llevó a denunciarla falsamente antes la inquisición, y vio como ella era llevada a la hoguera un cuando gritaba su inocencia.
Por un momento el dolor de la perdida le hizo ver tanto mal como estaba haciendo y desesperado, se marcho a los bosques de nuevo buscando la calma y la razón, perdido llegó hasta una roca que le dio cobijo y en la que se resguardo.
Una vez amaneció decidió quedar allí para siempre, realizar oración y solicitando el perdón de Dios durante tantos años como le quedarán de los treinta que le dio el diablo, y ayudar a todo aquel que pasara por el bosque.
Se hizo famoso entre las gabarreros y leñadores, los que le llamaron «El Monje»
Todos los años pasaron, y poco tiempo antes de llegar la fecha, Tomás Segura bajo al convento de la Granja, habló en secreto con el Abad y se dirigió al lugar de su cita
La noche en la que se cumplían los treinta años los monjes salieron en procesión, subieron el camino que treinta años antes había hecho Tomás y junto al diente del Diablo encontraron al anciano y moribundo Tomás, abrazado al Abad, confesó sus pecados, rogó a Dios el perdón y cayó fulminado mientras un cuervo pasaba a por el alma que reclamaba el Diablo
Cueva del Monje y Hugo de Marignac
Tras las cruzadas, un caballero templario francés, llamado Hugo de Marignac, vino hasta la Sierra de Guadarrama con el propósito de esconder un tesoro hallado en Tierra Santa
El convento de las Casaras fue el lugar donde se escondió tan formidable tesoro.
Ya viviendo en España, el templario se enamoró de la bella dama castellana doña Blanca, la cual no correspondía en amores al caballero francés.
Este, contrariado tras varios meses de cortejar a la española, decidió recurrir a las artes oscuras de un moje mago que vivía en los bosques de Valsaín.
Se adentro en la montaña hasta llegar a La Cueva del Monje de la Granja, lugar en el que habitaba el mago experto en las artes oscuras.
Informado el mago de las intenciones del caballero este le insto que regresara la siguiente noche para celebrar un ritual por el amor de la dama, así lo hizo Hugo de Marignac
Al llegar encontró la cueva llena de amuletos, un fuego frente a ella y una cuerpo humano envuelto en una capa, atado y amordazado
Tras mucho ceremonial conjuros y oraciones negras, el mago pidió a Hugo que con su espada atravesara a la pobre víctima de del ritual aun tapada
Concluido todo, Hugo pensó que ya tenia el amor de su dama, y agradecido indicó al mago que podría hacer por el, este le solicito el tesoro traído de tan lejos a lo que el templario contrariado contesto que jamás lo tendría, el mago respondió como tu el amor de la dama que acabas de matar.
Enloquecido de dolor comprendió que había sacrificado a su amada con su propia espada y acto seguido lanzo su espada contra el nigromante, que se convirtió en humo de inmediato
Loco de rabia, el templario subió en su caballo y cabalgo a toda velocidad hacia le Convento de las Casaras, para proteger el tesoro y evitar que el mago lo robara
Y se dice que aún hoy se le puede encontrar en las noches a la luz de la luna guardando las paredes del derruido convento
Ruta del Convento de las Casaras
Otras leyendas:
Mujer Muerta (sus leyendas)
Mitos de esta Montaña