Las gentes del pasado conocieron un Dragón en los Pirineos, escondido cerca de Jaca atemorizaba a los jacetanos con sus idas y venidas, robando ganado y matando a placer.
Hoy os contamos otra de las leyendas de los Pirineos, la leyenda del Dragón Oroel
Oroel, un Dragón en Pirineos
De nuevo el Pirineo nos sorprende con una de sus leyendas, esta vez le toca a un Dragón afincado muy cerca de Jaca, y al héroe que logró librar a estas tierras de tan destructora presencia.
Las montañas pirenaicas, con sus bosques profundos, sus caminos angostos y sus lugares inaccesibles, siempre han estimulado la imaginación de quienes las habitaron
Leyendas, historias y mitologías se mezclan dando relatos tan maravilloso como los amores de Leyenda de la Creación de Pirineos, los origenes de Leyenda de Rolando, o la fábula de la gran Leyenda
La leyenda del Dragón Oroel, el Dragón de los Pirineos para nada se queda atrás y es para los jaquenses, todo un orgullo que pasa de padre a hijos, como historia fundamental, de la que fue la primera capital de Aragón
La Guarida del Dragón
A la espalda de la ciudad de Jaca se eleva una gran peña solitaria, alejada de otros montes de mayor altura que puedan hacerla sobra.
Esta perfecta atalaya sobre los campos de labor de la ciudad, se eleva frente a los montes más altos de Pirineos.
Escondida en una de las laderas de tan hermoso lugar, se encontraba una cueva que servia de hogar al Dragón que dio nombre a esta montaña, el Dragón Oroel
Historias y Leyendas de Montaña
Las Fechorías del Dragón
Durante varios siglos, las gentes de Jaca vivieron aterradas, aquel Dragón campando a sus anchas, yendo y viniendo del lugar.
Día si y día también los ataques al ganado, así como los raptos a niños y doncellas, se sucedían sin descanso, sin que nadie pudiera terminar con la maldad del Dragón de la Peña Oroel
El fin del Dragón
Llegado el tiempo de las brujas, estás fueron perseguidas, y un joven caballero, sabiendo de su inocencia, las defendió frente a su inquisidores y estos, decidieron encarcelar a tan osado defensor de las odiadas brujas.
Estando encerrado el caballero, el Dragón volvió a atacar unas aldeas, a matar el ganado y esconderse en su cueva.
Las autoridades desesperadas no sabían que hacer para parar aquella guerra con que no podían ganar, y el Caballero, astuto y valiente, se ofreció a matar al Dragón a cambio de su libertad.
Antes de subir a la peña en busca del malvado Dragón, el caballero busco el consejo de sus amigas las brujas quienes le revelaron la capacidad de los Dragón para hipnotizar a cualquier otro ser con la mirada
El caballero, recordó la historia de Perseo, quien uso su escudo como espejo para lograr matar a Mesusa, y decidió pulir tanto el suyo que lo convirtió en un espejo claro y nítido
El caballero subió sigiloso por las sendas de la montaña, busco por todos los recovecos, hasta que encontró la cueva donde dormía el dragón
Sin hacer ruido alguno se deslizo entre los restos de las presas de aquel enorme animal, hasta estar frente a su cara
Situó su escudo frente a los ojos del Dragón, y espero las luces del alba que despertaron a tan formidable adversario. El Dragón sorprendido vio sus propios ojos reflejados en aquel espejo improvisado, y calló preso de sus propios poderes, paralizado sin poder defenderse fue presa facil para la espada del caballero que bajó de la montaña con la pruebas de su hazaña y su libertad recobrada
Historias y Leyendas de los Pirineos
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