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Atrochando

Cantabria en Furgoneta

Cantabria en Furgoneta

       Comenzamos esta ruta en la capital de Cantabria, Santander, tras recorrer sus calles deteniéndonos en sus playas y en el Palacio Real de la Magdalena, con su parque que invita a sentarse y meditar y que contiene un pequeño zoo con animales marinos. Pararemos al medio día en uno de tantos bares restaurantes que ofrecen ricos menús, de precio variable junto al puerto. Hartos ya de tanta capital, pues la urbe nos quema, comenzamos el viaje en dirección a Torrelavega por la A-67. Sin llegar a esta localidad nos saldremos de la autovía en busca de Santillana del Mar y Comillas. Pasado Santillana y sin llegar a Comillas, entramos en Oreña, donde preguntaremos como llegar al barrio de Bárcena. Al llegar continuaremos por la misma carretera por la que entramos para encontrar un bellísimo paisaje acantilado, objetivo de esta intrincada excursión, por el que bien merece la pena perderse.

       Disfrutando tanto como se quiera de estas vistas, podemos dirigirnos de nuevo a Santillana; poco antes de llegar tomamos el desvío a Ubiarco, dirección Suances, para en poco más de 2 kilómetros llegar a nuestro próximo objetivo, la Playa de Santa Juliana. En esta pequeña pero hermosa playa podremos disfrutar del mar, así como de la ermita que da nombre a este sitio, y darnos un baño para terminar así una jornada intensa. Podremos pasar la noche en el Camping de Santillana, para comenzar al día siguiente por esta villa.

                Santillana del Mar es una joya de Cantabria con sus calles perfectamente conservadas, con la estética medieval que nos atrapa y nos convence a cada paso. De aquí no podremos irnos sin visitar la Colegiata, ni su museo y el zoológico, que aunque parezca mentira es de gran importancia por estar inmerso en los mejores planes de cría en cautividad, si bien no soy un gran amante de los zoológicos en general, he de decir que este me sorprendió. Es por todo esto que esta pequeña ciudad medieval nos llevara un día entero al menos en su disfrute, pudiendo pernoctar de nuevo en su camping.

                 Si ya estamos saciados de hambre del arte por el atracón de Santillana, bueno será partir en busca de la naturaleza cántabra. Para ello nada mejor que salir dirección a Puente San Miguel, donde cogeremos la N-634 dirección a Virgen de la Peña. Al pasar esta localidad nos dirigiremos hacia Villanueva de la Peña y de allí, por carretera comarcal y disfrutando de los paisajes, hacia Mazcuerras y Cos. Una vez pasado éste entramos en la CA-280, la cual no abandonaremos hasta llegar al desvío de Bárcena Mayor. Tomando dirección a este pueblo nos adentramos en el Parque Natural de Saja-Besaya. Ya en este paraje inigualable tendremos oportunidad de disfrutar tanto de la naturaleza exultante del parque como de las edificaciones, tan bien o mejor conservadas que las de Santillana. En esta localidad podremos darnos a los excesos culinarios disfrutando del típico cocido montañés y del guiso de venado, pongamos como ejemplo. En nuestro caso utilizamos la furgo para pasar noche, pero seguro que preguntando se encuentran otra alternativas. Podremos aprovechar nuestra estancia en este bello pueblo para realizar alguna ruta por esta reserva natural.

                     Continuamos nuestro viaje, saliendo por la misma y única carretera que nos trajo aquí. Llegaremos a la CA-280, que tomaremos en la misma dirección que traíamos el día que llegamos, dirección a Espinilla. Comenzamos así un viaje en ascenso por una intrincada carretera, con gran número de curvas, y enclavada en un paisaje realmente bonito. Ascendida esta carretera llegamos al Puerto de Palombera, lugar en el que podremos dejar el coche y realizar una rutilla. Siguiendo una pista que se dirige hacia la derecha según la marcha que traíamos en el coche, es decir hacia el oeste, nos encaminamos a Uznayo, con lo que recorreremos a media ladera la Sierra del Cordel, muy interesante durante el caluroso verano, ya que en ésta se refugian gran cantidad de animales por ser un lugar que mantiene durante todo el año abundante agua en sus regatos. Entre las especies que viven en esta serranía hay que destacar al lobo, que aún se mantiene de forma regular. Casi al final de esta ruta podremos encontrar sobre el Puerto de Sejos unos antiguos menhires, ahora tumbados, pero no por ello pierden su interés histórico. El regreso lo haremos en sentido contrario sobre nuestros pasos para encontrar el coche. Pasamos la noche en el mismo Puerto de Lombela, junto a la furgo.

      Continuamos viaje descendiendo el puerto en dirección al Espinilla; al llegar a este pueblo encontramos el cruce con la CA-171, la que tomamos en dirección a Reinosa. Una vez llegado a este pueblo continuamos en la misma dirección, sin dejar esta carretera, para comenzar a viajar junto al Embalse  del Ebro, digno de ver por sus dimensiones, recorriéndolo casi por completo en su orilla norte, e incluso pasando sobre él por uno de sus puentes. Terminado este paseo junto al embalse llegaremos al pueblo de Corconte y pasado éste llegamos a la N-623 junto al Puerto del Escudo. Cogemos la N-623 dirección a Santander, para hacer la última escala  de este viaje. No podíamos irnos sin ver y disfrutar de la compañía de nuestro amigo Luis, que junto a su familia han construido con sus propias manos una increíble casa rural llamada «Las Golondrinas», en el minúsculo pueblo de Sillero situado en el kilómetro 120 de esta nacional 623. Es aquí donde tomamos el descanso durante unos días para regresar a la vida cotidiana. El teléfono de contacto de esta maravillosa casa es el 615422303, si le dices que vas de nuestra parte seguro que te tratan aún mejor, si es que eso es posible….