Muchas son las montañas de la Sierra de Guadarrama, línea divisoria entre Madrid y Segovia, lugar en el que se encuentran el Montón de Trigo y su leyenda
El Montón de Trigo y su Leyenda
Las montañas y sus historias nos hacen soñar o nos dan pequeñas lecciones de vida, y en todas nuestra zonas rurales, el imaginario popular nos dejó maravillosos ejemplos
Las montañas segovianas y madrileñas de la Sierra de Guadarrama esconden tesoros culturales y mitológicos como muchas otras y en ellas podemos disfrutar de monjes que pactan con diablos, caballeros que venden su alma por amor, o reyes que construyen observatorios por el gusto de ver sus posesiones desde lo más alto
En esta ocasión os contaremos la leyenda que rodea al promontorio llamado Montón de Trigo, destacada montaña de 2.162 metros de altitud, incluida entre las clásicas de la sierra.
El Montón de Trigo
El Montón de Trigo se encuentra metido en el provincia de Segovia, ya en el termino municipal de El Espinar.
Muchos son los senderos que dan acceso hasta su cumbre, siendo habitual para los madrileños llegar hasta él, recorriendo el Valle de la Fuenfría, alcanzando su puerto para desde allí, subir al cerro Minguete, antesala del Montón de Trigo.
Su ascensión no requiere de grandes conocimientos técnicos, pero si es una ruta larga que en invernal se puede complicar por la nieve y sus condiciones
Desde su cumbre disfrutamos de maravillosas vistas hacia el cercano Cordal de la Mujer Muerta, las zonas de Peñalara, los valles de Rio Moros, Fuenfría y Valsaín
Sin duda la ascensión al Montón de Trigo, es altamente recomendable para cualquier montañero segoviano o madrileño
La Leyenda del Montón de Trigo
En tiempos medievales contaban como un rico terrateniente de la zona segoviana de la Sierra de Guadarrama, comenzó a acumular el grano de sus campos de trigo
Sus cosechas cada vez mejores y más extensas lograron juntar una inmensa montaña de cereal.
Orgullos de su montaña, el rico campesino comenzó a desconfiar de todos, su orgullo se tornó en avaricia y su carácter se volvió oscuro y ambicioso
Aquel avaro y rico campesino, hacia trabajar duro a sus jornaleros para que su montaña creciera cada día, sin tener muchos miramientos hacia ellos, o hacia quienes tenían menos que el, y pasaban hambre y penalidades
Un día frio y ventoso, se encontraba el rico terrateniente admirando su montaña de trigo como en muchas otras ocasiones, y por el camino en que él estaba, cruzaron dos peregrinos, uno enfermo y ambos hambrientos
Maravillados los peregrinos por la visión de tan colosal montaña de alimento, preguntaron al terrateniente si aquellas fértiles tierra eran de su propiedad, y este, orgulloso y altivo, respondió: «Tanta es mi tierra como tus ojos puedan alcanzar a ver»
Obligados por el hambre y la enfermedad le pidieron limosna a aquel rico hombre:
«Si usted quisiera llenar estos bolsillos con tan solo dos puñados del trigo de esa montaña, podríamos aliviar nuestra hambre y mi compañero mejorar de su enfermedad»
«Lo que tu crees que es una montaña de Trigo tan solo son piedras y rocas de montaña, a tus ojos les engaña la luz del sol que brilla sobre ellas»
La sorpresa ante tan ruin respuesta de quién sabían que mentía por avaricia, dejó atónitos a los peregrinos, que sin más retomaron su marcha por el sendero.
A los pocos metros mientras el terrateniente les miraba alejarse con una velada sonrisa en los labios, el más débil, aquel que por enfermedad no había podido hablar, se giró y le hablo en un susurro:
«Si tierra y piedras dices que son, en tierras y piedras se tornarán»
A los pocos pasos una densa niebla entró el valle y nada dejo ver, el campesino fue y se refugio en su casa, y hasta la mañana siguiente no pudo salir de ella, y cuando lo hizo… comprobó que aquella frase se había cumplido, nada de lo que antes era trigo quedo sin ser piedra, y sus riqueza desaparición tras las niebla de los peregrinos
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